El 12 de mayo de 2020 tuvo lugar el último ingreso de Paola Tacacho a la comisaría I° de esta capital, según la reconstrucción del laberinto judicial que aquella transitó hasta que Mauricio Parada Parejas la asesinó el 30 de octubre de 2020 (aquel luego se suicidó). A las 21.20 de ese día, el oficial auxiliar Fabián Saúl Coria labró el acta donde la víctima narró un encuentro con el agresor que había sido presenciado por dos policías. La denuncia dice lo siguiente: “(...) Desde 2015 sufro amenazas de muerte por parte de un ex alumno de nombre Parada Parejas, Mauricio (...). Esta persona todo el tiempo me amenaza por las redes sociales; me escribe que me matará, y en una oportunidad ingresó a mi edificio y escribió en las paredes mi apellido al lado de #144 (línea telefónica de atención a mujeres víctimas de violencia de género). En total, hice 13 denuncias en su contra y salieron dos medidas perimetrales. Tengo conocimiento de que violó una y estuvo privado de la libertad (causa N°6). (...) Me espera cuando salgo o regreso, tengo mucho miedo por mi vida. Hoy a las 20, Mauricio se acercó a mi edificio y comenzó a tocar el portero de mis vecinos. Yo estaba llegando y, al verlo, alerté a dos policías que estaban allí. Estos le preguntaron qué hacía y él respondió que dejaba la basura. Actualmente me encuentro con tratamiento psicológico y estoy durmiendo en la casa de una amiga porque temo por mi vida”.

Un fiscal ordenó la acumulación del décimo caso Tacacho y allí se pierde el rastro de los expediente